Alberto Montero en el Singin’ in the Cave. El Sol interminable.

Violín, dos violas, contrabajo, guitarra y una voz difícil. Un metrónomo líquido que marca su propio compás y... sí, algún sonido de cámara de fotos de algún móvil que no se ha silenciado. Un grave insumiso contra un agudo afilado. Jugueteando en un colchón de agua. Nunca el líquido elemento había sido tan conductor cómo... Continue Reading →

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑